Compromiso y Exclusividad

-Compromiso y Exclusividad:

Seguro que os ha pasado, y más de una vez,... hay músicos, (al igual que el resto de la gente en si), que no son leales, ni a una persona ni a una causa, y que si lo son, es por mero interés o una necesidad específica, que una vez cubierta, cambian el tercio, al igual que lo hace su lealtad.

Con lo cual se venden al mejor postor, con el riesgo de quedarse uno colgado en cualquier momento, sin importarles lo más mínimo si tienes a otro músico para salir del paso, o no.

Son, de alguna forma y hablando en plata, “meretrices de la música” en una subasta pública, donde según la puja, van o no al mejor postor.

Se creen el ombligo del mundo o la médula espinal de la maquinaria, cuando no se dan cuenta de que ellos sin el resto no son nada. 


Un compositor y a la vez instrumentista, por ejemplo, un cantante y guitarrista, puede seguir actuando solo sin necesidad de músicos de apoyo, quizá no como le gustaría pero puede seguir,...en cambio un Batería, no.

En primer lugar porque la batería no es un instrumento ni armónico ni melódico, y de segundas porque con la batería no se compone,...

Nos necesitamos todos mutuamente para hacer música, y esto requiere de ciertos compromisos y respeto, seriedad y profesionalidad, y sobre todo lealtad y dignidad.

Con un buen plan, bien administrado, podemos trabajar todos y encajar bien las fechas de nuestras actuaciones y compromisos varios.

Sin pisarnos las mangueras entre bomberos, pues a fin de cuentas, en esta quema estamos todos, y como bien se dice, “arrieros somos y en el camino nos encontraremos”. Nunca se sabe de quien puedes necesitar ayuda, o a quien podrás ayudar, y es que como en todo “hay que tener amigos hasta en el infierno”....

La palabra de cada cual es el único contrato digno y honorable ante uno mismo, que no requiere de burocracia alguna, pero que si se quebranta ya no hay pegamento que lo pueda arreglar.

Pedir a un artista exclusividad es como pedirle a un pájaro que no vuele, o a un pez que no nade, pero lo que está claro es que los compromisos y la palabra dada deberían de cumplirse. 

Siempre se pueden hablar las cosas y llegar a ciertos acuerdos, pero de manera legal, adulta y profesional, y tratando que todo sea de la mejor manera para todos.

En definitiva, respeto y profesionalidad, simplemente.



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