Valoración Profesional

Valoración Profesional:

Valorarse cada cual como merece y no venderse por una miseria ni valerse del dicho “tengo que comer” para arrastrarse suplicando limosna y tocar (trabajar) gratis, o peor aún por unas condiciones denigrantes que no merecen ni perder tiempo en negociaciones.

Tocar por una miseria, mal vivir y jactarse de decir que se vive de la música,...

Soportar garitos donde no se presta atención al músico y ni apenas respeto, donde el público asistente n su mayoría “pasa” literalmente del artista y en donde se da mas importancia a la cantidad que a la calidad,...al consumo que al arte en sí.

Lampar, deambular y casi suplicar,  tocando con unos y con otros sin ni siquiera gustarte el estilo, solo por sacar un pavo,...

“Bolear” de malas maneras con mínimo equipo y mínimo esfuerzo. 
No contar con vehículo propio y pretender que otros te lleven y traigan, junto a tu equipo y a veces hasta otros miembros en la misma situación, a coste cero,...

Este es el triste panorama que uno se encuentra actualmente en el circuito musical de este pais,...por suerte no se puede generalizar, y afortunadamente hay locales, público y compañeros que se portan y responden como es debido, lástima que esto va menguando a cada minuto, pero que gracias a ellos se mantiene encendida la llama.

Está en todos poder revertir y cambiar esta situación, valorándose como músicos y exigiendo caches dignos, unitarios e inamovibles, y condiciones dignas y honorables para todos, independientemente del estilo musical o del público asistente.

De esta forma se crearía una conciencia y criterio musical mucho más amplio y exigente, sabiendo que si se desea tener a una banda actuando en directo, tendrá un coste mínimo (igual para todos) y el público a su vez verá un grupo de calidad.

Al exigir las salas (debido a tener que pagar al artista), un nivel más alto, a un corto plazo,  subiría a su vez la afluencia de público exigente y concienciado, y al mismo tiempo la cultura y el enriquecimiento musical en este país.

Pero claro está que, si no nos ponemos todos a la par esto seguirá siendo una hecatombe, y sinceramente en este país, donde no nos ponemos de acuerdo ni como nación,...para hacerlo en otras cosas más mundanas, lo veo utópico.

Seguiremos siendo como Bob Esponja, un esclavo laboral y un sumiso emocional, que paga por trabajar.

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